viernes, 19 de septiembre de 2014

Sor Juana Inés de la cruz

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, más conocida como Sor Juana Inés de la Cruz (San Miguel Nepantla12 de noviembre de 1651 -Ciudad de México17 de abril de 1695) fue una religiosa y escritoranovohispana, exponente del Siglo de Oro de la literatura en español. Cultivó la lírica, el auto sacramental y el teatro, así como la prosa. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de «el Fénix de América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana».
A muy temprana edad aprendió a leer y a escribir. Perteneció a la corte deAntonio de Toledo y Salazar, marqués de Mancera y 25.º virrey novohispano. En 1667, por vocación religiosa y anhelo de conocimiento, ingresó a la vida monástica. Sus más importantes mecenas fueron los virreyes De Mancera, el arzobispo virrey Payo Enríquez de Rivera y los marqueses de la Laguna, virreyes también de la Nueva España, quienes publicaron los dos primeros tomos de sus obras en la España peninsular. Murió a causa de una epidemia el 17 de abril de 1695.
Sor Juana Inés de la Cruz ocupó, junto a Juan Ruiz de Alarcón y a Carlos de Sigüenza y Góngora, un destacado lugar en la literatura novohispana.1 En el campo de la lírica, su trabajo se adscribe a los lineamientos del barroco español en su etapa tardía. La producción lírica de Sor Juana, que supone la mitad de su obra, es un crisol donde convergen la cultura de una Nueva España en apogeo, el culteranismo de Góngora y la obra conceptista deQuevedo y Calderón.2
La obra dramática de Sor Juana va de lo religioso a lo profano. Sus obras más destacables en este género son Amor es más laberintoLos empeños de una casa y una serie de autos sacramentales concebidos para representarse en la corte

Agustin Farabundo Marti

Nació en Teotepeque, departamento de La Libertad, el 5 de mayo de 1893. Su padre, Pedro Martí; fue alcalde en Teotepeque, y su madre, Socorro Rodríguez de Martí. Fue el sexto de catorce hermanos; cinco de ellos murieron en la infancia.1
Se graduó en el Colegio Salesiano Santa Cecilia de Santa Tecla. Realizó estudios de Derecho en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Socialesde la Universidad de El Salvador.

Anastacio Aquino

Anastasio Mártir Aquino (Santiago Nonualco16 de abril de 1792San Vicente24 de julio de 1833)1 fue un líder indígena salvadoreño que encabezó la insurrección de los nonualcos, un levantamiento campesino en El Salvador durante la existencia de la República Federal de Centro América. Nació en el seno de una familia que pertenecía al linaje de los Taytes (Caciques) de la etnia de los Nonualcos, pueblo indígena que ocupaba el actual territorio del departamento de La Paz

Feliciano ama

José Feliciano Ama (IzalcoEl Salvador 1881-1932) fue un cacique indígena de la etnia pipil de El Salvador, uno de los líderes de la Insurrección Campesina de 1932.
Ama era un campesino jornalero. Contrajo matrimonio con Josefa Shupan, miembro de una influyente familia dentro de la comunidad indígena de Izalco. En 1917, se convirtió en mayordomo de la Cofradía católica del Corpus Christi, grupo que además de cumplir con fines religiosos, servía como ente de representación de la población indígena en sus reclamos ante el gobierno.
El 22 de enero de 1932, en medio de la crisis nacional producida por la caída de los precios del café, Ama dirigió el levantamiento popular en Izalco. Los alzados tomaron el control del pueblo y atacaron a los terratenientes y al alcalde municipal. Seis días después, el 28 de enero, las tropas del gobierno retomaron el control de la localidad. La represión gubernamental contra los sublevados resultó en la muerte de cientos de pobladores de Izalco. Feliciano Ama fue detenido y ahorcado, aunque algunas versiones señalan que habría sido linchado hasta morir, siendo después colgado.1 Según izalqueños, a Feliciano lo colgaron de un árbol en el parque central Saldaña, del Barrio La Asunción en el municipio de Izalco, departamento de Sonsonate.
Los historiadores todavía debaten la influencia de los miembros del Partido Comunista Salvadoreño en la insurrección. Algunos estudios recientes, privilegian el papel de las cofradías indígenas, como la encabezada por Ama, en la organización del levantamiento y piensan que el papel de los comunistas fue margina